¿Cuáles son los principales indicadores que permiten identificar una situación potencialmente violenta hacia una mujer?

El primer discurso que cabría esperar que se identificara es el «sexista», que justifica la violencia contra las mujeres, que explica dos formas de uso de la. Se supone que las mujeres que son víctimas «siempre», con frecuencia o «a veces» de una de estas formas específicas de abuso «sufren violencia psicológica» y, por lo tanto, se les asigna un valor de 1 en la variable dependiente. Basándose en una encuesta realizada a profesionales que atienden a las mujeres, examinan la capacidad del sistema de salud para responder a la violencia de género. En cuanto al primero, los tres factores considerados en el entorno familiar tienen un efecto estadísticamente significativo en la probabilidad de que las mujeres sufran acoso psicológico.

Este enfoque afirma que la razón principal de la existencia de este tipo de violencia es el patriarcado 51,82,83, que se define como un sistema de gobierno social en el que las mujeres están sometidas a los hombres. La categoría de referencia (valor 0) está formada por mujeres que no han sufrido violencia física por parte de su madre o su padre. En resumen, investigaciones recientes en Argentina muestran que hay que visibilizar la violencia psicológica21, que resulta ser la forma más común de abuso entre las mujeres13 y causa graves daños a la salud23. Investigar la violencia psicológica es importante no solo porque estamos ante una de las formas más comunes —y menos visibles— de abuso contra las mujeres, sino también porque tiene efectos negativos poderosos en la víctima y su familia y, además, sienta un precedente de violencia física. La violencia contra las mujeres ha sido reconocida como una violación de los derechos humanos básicos, con consecuencias de gran alcance para las mujeres, sus hijos y la sociedad en general. De esta forma, se asume que los hombres utilizan el abuso psicológico para restablecer el orden patriarcal basado en la subordinación de las mujeres, que se ve amenazado cuando las mujeres tienen más recursos que los hombres en el sector de la salud, y utilizan muestras poco representativas.

Sin embargo, debe enfatizarse que la violencia contra las mujeres se basa en desigualdades estructurales entre los sexos. Una encuesta realizada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires 99 reveló que 4 de cada 10 mujeres declaran que su pareja había consumido alcohol en el momento de la agresión física. Según el Estudio Nacional sobre la Violencia contra la Mujer12, el 23,7% de todas las mujeres que mantienen una relación sufrió algún tipo de abuso psicológico. Si bien algunos autores señalan que este efecto es pequeño97, otros lo consideran uno de los predictores más sólidos de la violencia contra las mujeres27. Las conclusiones del artículo subrayan la necesidad de empoderar a las mujeres de tal manera que refuercen su independencia de sus parejas y, por lo tanto, su bienestar109.

Advertisements